Si alguna vez he dado más de lo que tengo me han dado algunas veces más de lo que doy, se me ha olvidado ya el lugar de donde vengo y puede que no exista el sitio adonde voy. A las buenas costumbres nunca me he acostumbrado, del calor de la lumbre del hogar me aburrí, también en el infierno llueve sobro mojado, lo sé porque he pasado más de una noche allí.
En busca de las siete llaves del misterio, siete versos tristes para una canción, siete crisantemos en el cementerio, siete negros signos de interrogación.
En tiempos tan oscuros nacen falsos profetas y mucha golondrinas huyen de la ciudad, el asesino sabe más de amor que el poeta y el cielo cada vez está más lejos del mar.
Lo bueno de los años es curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción; ayer quiso matarme el hombre de mi vida, apretaba el gatillo... cuando se despertó. Con siete espínas de la flor del adulterio, siete carreteras delante de mi, siete crisantemos en el cementerio, siete veces no... siete veces si.
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